Messi y Sergio Ramos, de enemigos en el campo a socios por su quinta Champions
El fútbol, como la política, hace extraños compañeros si no de cama, sí de vestuario. Eso es lo que serán desde hoy Leo Messi y Sergio Ramos, otrora enemigos sobre el césped como capitanes del Barcelona y del Real Madrid, y hoy socios por obligación en el PSG con un objetivo común: ganar su quinta Champions, que sería la primera en la historia del club parisino.
Hace apenas unos meses era muy difícil imaginarse un Real Madrid sin Sergio Ramos y más aún un Barcelona sin Messi. Pero el tiempo fue pasando, ambos casos se fueron enredando y los capitanes de los dos clubes más grandes del fútbol español dijeron adiós entre lágrimas a los equipos de su corazón. Llegó entonces el PSG y su inagotable cartera y se llevó primero a Ramos y ahora a Messi.
Ambos coincidirán a las órdenes de un Mauricio Pochettino que tendrá la ocasión de dirigir a un equipo más propio de un videojuego que de la realidad. De Donnarumma a Messi, pasando por Achraf, Sergio Ramos, Wijnaldum, Neymar e incluso Mbappé (con todos los asteriscos que ustedes quieran), el PSG se convierte no en el favorito sino casi en el candidato único para ganar una Champions a la búlgara.
Leo Messi (Rosario, 1987) y Sergio Ramos (Camas, 1986) llegan al PSG en el último gran reto de su carrera. No tienen nada que demostrar a nadie porque son leyendas del fútbol. Con ellos se rompió el molde. Suman 69 años entre ambos y todos los títulos del universo, incluidas cuatro Champions cada uno, el trofeo que se ha convertido en la obsesión de los dueños qataríes del PSG.
Va a resultar extraño (flipante, que diría un millenial) ver a Messi y Sergio Ramos con la camiseta del mismo equipo pero la realidad del fútbol de hoy en tiempos de Covid es que sólo los clubes de la Premier y el PSG, sostenido por el estado de Qatar, pueden aspirar a juntar en un mismo equipo a los mejores jugadores del mundo.
En lo que llega la Superliga y con la UEFA entregada a los nuevos ricos del fútbol europeo, los grandes clásicos de Europa, desde el Real Madrid al Barcelona, pasando por el Bayern, la Juve o el Milan, tendrán que ponerse a la cola para volver a competir por los grandes fichajes que, a día de hoy, van rumbo a la Premier… o a París.